Diagnostico por Laboratorio
El diagnóstico de las aspergilosis se fundamenta en el conocimiento de los antecedentes clÃnicos y en los signos
y sÃntomas del paciente, que, si bien suelen ser inespecÃficos, guÃa al médico en la identificación de los
órganos afectados. La imagenologÃa (rayos X, tomografÃas y resonancias) aporta significativamente en el
diagnóstico presuntivo y el reconocimiento de la extensión del proceso infeccioso, lo que permite la elección de
las muestras clÃnicas y los exámenes de laboratorio para esclarecer la etiologÃa del cuadro clÃnico.
Las muestras clÃnicas para el diagnóstico de la aspergilosis son tan variadas como las presentaciones clÃnicas
que puede causar el hongo. Al ser un hongo ambiental de amplia distribución es importante descartar que los
hallazgos correspondan a una contaminación, a una colonización o a una invasión del tejido. Debido a esto las
aspergilosis, y principalmente en las formas sistémicas, suelen clasificarse como: posible (cuando se cuentan
con la sospecha clÃnica pero no con hallazgos de laboratorio), probable (cuando a la sospecha clÃnica se le suma
la visualización y/o aislamiento del hongo a partir de una muestra no estéril o el resultado positivo de una
prueba de inmunodiagnóstico o molecular) y confirmada (cuando además de la clÃnica y los hallazgos de
laboratorio o patologÃa demuestran la invasión del tejido mediante biopsia o las muestras procesadas son
normalmente estériles).
Las muestras respiratorias son las más utilizadas para el diagnóstico de las formas pulmonares de la enfermedad.
El esputo, cuando sea posible obtenerlo en buena cantidad y calidad serÃa la muestra ideal, pero en pacientes
inmunocomprometidos, tal como los pacientes trasplantados de células madre hematopoyécticas, suelen tener
cuadros respiratorios no productivo, por lo que el lavado broncoalveolar serÃa la muestra recomendada, no
obstante, por lo invasivo del procedimiento no serÃa recomendado en pacientes muy debilitados. Otras muestras
respiratorias como el cepillado bronquial y la biopsia pulmonar son opciones muy indicadas, pero en personas que
toleren este tipo de procedimientos. Recientemente, debido a la pandemia asociada a SARS-Cov-2 y al alto número
de pacientes afectados y la dificultad y riesgo de la toma y manipulación de sus muestras respiratorias, el uso
del aspirado traqueal resalta por la simplicidad del procedimiento de obtención y su utilidad en el diagnóstico
es similar al lavado broncoalveolar. Cuando el compromiso involucra otros órganos internos la biopsia directa
del tejido serÃa la muestra ideal, no obstante, por la ruta de llegada del hongo a estos tejidos suele ser la
hematógena puede recurrirse a los hemocultivos; sin embargo, la sensibilidad en estas muestras para el
diagnóstico de aspergilosis es extremadamente baja. En las infecciones en sistema nervioso central, el lÃquido
cefalorraquÃdeo tiene baja sensibilidad para directos y cultivos, pero es un poco más alta para las técnicas de
inmunodiagnóstico, esto debido a que los mohos en sistema nervioso suelen causar lesiones que ocupan espacio y
no están en lÃquido. En lesiones en piel es posible la obtención de escamas o hacer debridamento del borde de
las úlceras empleando un bisturà estéril. Al ser Aspergillus spp. un moho ambiental, las muestras deben
protegerse de la contaminación para la correcta interpretación de los hallazgos, principalmente de los cultivos
y las técnicas moleculares. En el laboratorio las muestras podrán ser utilizadas para la realización de
diferentes técnicas, incluyendo los exámenes directos, los cultivos, las técnicas de inmunodiagnóstico y la
búsqueda del material genético del hongo.
â— Examen directo e histopatologÃa (microscopÃa)
A partir de muestras lÃquidas puede hacerse montaje en fresco entre lámina y laminilla. Muestras con moco,
material purulento o queratina se recomienda usar el KOH al 10%, idealmente con contraste para facilitar la
visualización de las estructuras más hialinas. En aspergilosis se observarÃan hifas septadas hialinas,
frecuentemente con dicotomÃa (ramificación) en ángulo agudo. Estos hallazgos deben informarse como hifas
hialinas ramificadas tabicadas, y es importante recordar que esta dicotomÃa no es exclusiva de este género y
puede ser observada en las hifas de otros mohos hialinos como Fusarium spp., Scedosporium spp., Penicillium
spp., entre otros. También se pueden hacer directos con tinciones rápidas como blanco de Calcofluor,
Blankophor o rojo congo, las cuales incrementan la sensibilidad del examen directo por permitir la visualización
de las estructuras del hongo fluorescentes, sin embargo, para esta técnica se requiere de microscopio de
fluorescencia. Excepcionalmente, en los extendidos teñidos con Gram también es posible evidenciar las
estructuras de Aspergillus spp. En aquellos casos donde el hongo se encuentra en tejidos húmedos y
oxigenados puede producir sus estructuras de esporulación, en estos casos al examen directo se observarÃan,
además de las hifas septadas hialinas dicotómicas en ángulo agudo, cabezuelas con fiálides y conidias.
Examen histopatológico/citológico.
Las biopsias de tejidos permiten observar las estructuras
del hongo penetrando el tejido, lo que confirmarÃa la enfermedad (aspergilosis confirmada). En cortes de tejidos
teñidos con hematoxilina eosina, plata metenamina Grocott-Gomori (GMS) o tinción con ácido peryódico Schiff
(PAS) se observan hifas septadas ramificadas en ángulo agudo y, ocasionalmente, cabezuelas.
â— Cultivo
Aspergillus crece bien en medios como agar Sabouraud, agar extracto de malta y en agar czapek levadura
(CYA, Vzapek Yeast Agar, por sus siglas en inglés) incubados a 25 y 37 °C por 2 a 5 dÃas. En agar
micosel las secciones de Aspergillus suelen ser inhibidas por la cicloheximida, pero Aspergillus
sección
Terrei y sección Nidulantes pueden crecer un poco más lento de lo esperado. La apariencia
macroscópica de las colonias va a variar de acuerdo con la sección, incluso a la especie, pudiendo ser
algodonosa, aterciopelada o pulverulenta de colores muy diversos como blanco, amarillo, café, verde, azuloso,
gris, hasta negro. Las preparaciones con azul de lactofenol a partir de las colonias permiten observar las
estructuras caracterÃsticas del género (hifas septadas hialinas, conidióforos, vesÃculas, fiálides, conidias,
estructuras sexuales, etc), no obstante, las particularidades de estas estructuras no suelen ser suficientes
para establecer la especie, pero si pueden acercar a la sección del aislamiento. Para ello se recomienda la
utilización de claves taxonómicas especÃficas para el género Aspergillus. Para este proceso de
identificación también se puede recurrir al análisis de secuencias blanco moleculares y su comparación con las
bases de datos disponibles, técnicas de amplificación y análisis de restricción (RFLP), análisis multilocus
(MLST), entre otras. También la espectrometrÃa de masas MALDI-TOF permite la identificación de un número
importante de especies asociadas a enfermedad en el humano, aunque todavÃa la base de datos es algo incompleta.
La identificación, al menos a nivel de sección, es sumamente importante, debido principalmente a las diferencias
a la respuesta a los tratamientos, ya que especies dentro de la sección Terrei suelen ser intrÃnsecamente
resistentes a la anfotericina B y las de la sección Nidulantes son malas respondedoras a la terapia con
azoles.
◠Inmunodiagnóstico
Detección de anticuerpos
â— Prueba de inmunodifusión doble de Ouchterlony: se basa en la formación de un complejo antÃgeno-anticuerpo que
se precipita en el gel y se visualiza como una banda blanquecina. Esta técnica es de gran utilidad para el
diagnóstico de las aspergilosis alérgicas, las localizadas (aspergilomas) y las formas crónicas, pero tienen
poca utilidad para las formas invasivas oportunistas. El número de bandas que pueden observarse va a variar de
acuerdo con la presentación clÃnica de la enfermedad.
◠Inmunoensayo enzimático (ELISA): la detección de anticuerpos contra Aspergillus spp. por ELISA no es
de uso rutinario.
Detección de antÃgenos
• Detección de galactomanano (ELISA): se basa en una determinación inmunoenzimaÌtica en sándwich de un solo paso
que detecta el galactomanano en la pared del hongo. Esta técnica cuantitativa está disponible para su
utilización en suero y muestras respiratorias. El ensayo del galactomanano está incluido dentro de las guÃas
diagnósticas europeas y norteamericanas para el diagnóstico de las aspergilosis. Debido a que el galactomanano
no es exclusivo de
Aspergillus spp. pueden presentarse falsos positivos en pacientes con infecciones por otros hongos, que
están recibiendo ciertos tratamientos con antibióticos.
• InmunocromatografÃa (ensayo de flujo lateral): esta técnica considerada POC (Point of Care) o POCT (Pruebas de
laboratorio en el lugar de asistencia) por su fácil realización sin necesidad de equipos, determina de manera
cualitativa o semicuantitativa el galactomanano de Aspergillus sp. en las muestras de pacientes con la
enfermedad. Es una técnica que por su sencillez, economÃa y buena sensibilidad y especificidad se ha convertido
en una opción diagnóstica de amplio uso.
• CromatografÃa de gases acoplada a masas para la detección de compuestos volátiles: permite la detección de
compuestos volátiles liberados por los microorganismos durante su metabolismo. De utilidad en el diagnóstico de
infecciones pulmonares por Aspergillus spp.
â— Pruebas moleculares
La detección de los ácidos nucleicos se puede lograr mediante la amplificación de genes blanco especÃficos o con
métodos panfúngicos seguidos de secuenciación del fragmento amplificado. La mayorÃa de las pruebas moleculares
usan muestras biológicas como sangre total, seguida de lavado bronco alveolar; asimismo se han empleado tejidos
frescos y procesados en parafina y otros lÃquidos corporales. Se han diseñado PCR “in house†y existen
estuches comerciales para la búsqueda del material genético de Aspergillus spp. en muestras clÃnicas, no
obstante, al ser este hongo un contaminante común del ambiente, la interpretación de los resultados debe ser
cuidadosa para evitar falsos positivos.